Me mandó Beatriz un mensaje, pidiéndome postre.
¿Pero esta juventud no tiene horarios?
¿No pueden estar un fin de semana leyendo o jugando al ajedrez?
¿No puede meter su nariz en Maldita Ginebra,
donde además puede escuchar poesía?
¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?
Insiste:otro mensaje aclarando que tiene plata,
que le pase un número, que vaya a su casa
-en alfombra mágica, porque ya no hay trenes.
¿Habrá terminado de leer Nación Prozac?
¿Querrá pasar del libro a la vida?
Yo quisiera ser Patrick Bateman, el de American Psycho
y estar algún día con ella y su hermana,
que está infinitamente mejor
y sin arruinar.
La gente se droga porque no soporta la vida real,
pero la vida real debería ser otra cosa,
porque las drogas tampoco son drogas.
La vida debería ser como las buenas novelas,
que siempre dan ganas de seguir leyendo.