lunes, 4 de enero de 2010

Efecto residual

El señor Patricio y su mujer Catalina

piden mano dura

piden más seguridad

piden más policía en las calles

su deseo no se cumple:

son todos iguales

que se vayan todos

y es en ese momento

que la Utopía de Tomás Moro

se corporiza en Nordelta:

El paraíso que usted soñaba

Unidades funcionales. Añosa arboleda.

Ambientes luminosos, en un entorno ideal.

Campo de golf. Fácil acceso.

Pasan los años:

un encadenado de aburrimiento

es cubierto por gruesa capa de odio

En el limbo del confort,

el canal de Crónica provee la necesaria compensación

de incestos, crímenes, mutilaciones,

hechos vandálicos, barrabravas,

violencia piquetera,

violencia indigenista,

violencia doméstica,

todo un combo sanguinario

de rencor, cuchilladas y balazos

que es imposible vivir

en la insoportable paz del barrio privado.

Y un buen día,

el mismo señor Patricio

llega a una especie de conclusión:

hay demasiada seguridad!

cómo puedo matarla sin hacer ruido?

2 comentarios: